Revuelo en Argentina es lo que ha causado estos días, luego de que se revelara una denuncia de violencia de género de la ex primera dama, Fabiola Yañez, contra el expresidente transandino Alberto Fernández. Por medio de la intervención de equipos de teléfonos, como el de la secretaria personal de Fernández, la justicia argentina tuvo acceso a chats y fotos comprometedoras sobre el abuso de género ejercido por el exmandatario contra su esposa. Estas pruebas fueron cruciales para que se efectuara una denuncia de manera oficial por violencia física y mental. Uno de los registros más impactantes de este caso son las fotografías que muestran el rostro y brazo de la primera dama con grandes moretones.
Dentro de las conversaciones rescatadas, se podía ver una en la que Yañez le recriminaba a Fernández por haberla golpeado durante tres días seguidos. Por su parte, Fernández respondió: “Me siento mal. Me cuesta respirar, por favor, pará”.
En los diálogos, Alberto Fernández en todo momento trata de victimizarse, sin negar los dichos de Fabiola, quien le echa en cara que la golpea continuamente. Además, Yañez denunció que personas cercanas al matrimonio dentro del gobierno y del ministerio sabían de los abusos, habiendo pedido ayuda en su momento, pero siendo desplazada.
La ex primera dama rompió el silencio desde España, país donde reside actualmente, y desde el cual se realizó la denuncia, ya que esta no fue acogida en Argentina.
Estas declaraciones han generado mucha polémica en el país transandino, puesto que el mismo Fernández, durante su gestión, creó el Ministerio de la Mujer, además de mostrarse como un político feminista y reivindicador de los derechos de las mujeres.
Por lo mismo, el actual presidente de Argentina, Javier Milei, realizó varias declaraciones criticando ferozmente a Fernández. A través de un hilo en Twitter, el mandatario reflexionó sobre la situación. Entre ello, destaca: 1. Corrupción en los seguros; 2. Violencia de género; 3. Asociación ilícita y tráfico de influencias usando al Estado para financiar los placeres extrafuncionales del expresidente; 4. Silencio cómplice de periodistas que recibían pauta del Estado; 5. Todos estos hechos ocurrían mientras desde los medios nos explicaban que ellos eran los buenos y los que queremos una Argentina libre éramos los malos.
Junto con ello, han resurgido declaraciones de Milei realizadas en su campaña electoral, en la cual hablaba justamente de una situación similar, si no es que idéntica, a la situación de Fernández y Yañez, haciendo que muchas personas se pregunten si Milei estaba al tanto del escándalo en La Casa Rosada.
Por otro lado, en nuestro país, la ministra vocera de gobierno, Camila Vallejo, se refirió al asunto expresando que “La violencia de género no discrimina espacio de poder o sector político”.
Finalmente, el caso ha generado opiniones divididas a nivel internacional. Mientras que hay gente que repudia las acciones de Fernández, en algunos sectores más radicales de izquierda y del movimiento feminista extremo argentino han validado el discurso de Fernández y puesto en duda la palabra de Yañez.