El obispo de Melipilla, monseñor Cristián Contreras Villarroel presidió una eucaristía en la que agradeció la importante labor que desarrollan los diáconos permanentes de la Diócesis.
Acompañaron al obispo en la misa, que tuvo lugar en la Iglesia Catedral, los sacerdotes Alejandro Salazar, delegado episcopal para la Escuela de los Diáconos; el párroco de San Antonio, Vicente Véliz y el padre Marco Antonio Torres, párroco de San Pedro.
En la Misa, después de la homilía, monseñor hizo un homenaje de reconocimiento agradecido a los diáconos “que han sido llamados al servicio de la palabra, el altar y la caridad, y que han servido a la diócesis por más de 25 años”.
En sus palabras, el obispo resaltó que el diaconado es una especial forma de consagración que la viven como hombres casados, padres y abuelos de familia.
En ese sentido los animó a que, “donde sea que ejerzan el ministerio, se distingan por una especial predilección por los más necesitados, al igual que Cristo”.-