La celebración de Año Nuevo en el Lago Rapel, Región de O’Higgins, se convirtió en un escenario de caos y destrucción debido a la explosión de fuegos artificiales ilegales. Según informó personal de Carabineros, el incidente provocó daños materiales a varios vehículos y obligó a las personas a huir del lugar para evitar ser heridas.
El capitán Alexander Beltrán, de la 5° Comisaría de Peumo, señaló que se están llevando a cabo diligencias para esclarecer los hechos. Se están realizando diligencias, empadronamientos de testigos, personas que pudieron haber visto este suceso en la madrugada.. Además, Beltrán enfatizó las dificultades para intervenir en espacios privados y subrayó la importancia de las denuncias ciudadanas.
Pero la tragedia no se detuvo allí. En San Antonio, un niño de 10 años resultó gravemente herido en el ojo izquierdo debido al uso ilegal de fuegos de pirotecnia durante la celebración de Año Nuevo. Según El Líder de San Antonio, el hecho ocurrió en la población 30 de Marzo, donde el menor de edad fue alcanzado por uno de estos proyectiles que desconocidos estaban lanzando desde botellas.
La víctima fue trasladada al hospital Claudio Vicuña por sus familiares y luego al hospital Carlos Van Buren de Valparaíso para efectuar otras evaluaciones en el ojo y seguir un tratamiento. Carabineros de la Primera Comisaría de San Antonio acudieron al recinto de salud para recoger antecedentes sobre lo sucedido.
La explosión de los fuegos artificiales ilegales causó un gran impacto en la comunidad, y las autoridades están trabajando arduamente para determinar las causas del incidente y evitar que se repita en el futuro. Mientras tanto, la ciudadanía es llamada a denunciar cualquier información que pueda ayudar a esclarecer los hechos.