Una serie de inquietudes respecto a los procesos de expropiación de terrenos, en el marco del proyecto Metrotren a Melipilla, manifestaron vecinos del sector Chiñigue El Manzano.
Esta semana, representantes de la comunidad llegaron hasta la sesión del Concejo Municipal para solicitar asesoría legal por una serie de situaciones que los mantiene muy preocupados.
Entre esas situaciones plantearon la inquietud respecto a que, de acuerdo a las primeras mediciones en terreno, se les había indicado que no sería necesario expropiar; sin embargo, esa información cambió con el correr del tiempo sin que hayan sido notificados formalmente.
A eso se suman inquietudes respecto a las medidas de mitigación que a su juicio se deberían adoptar por el impacto que este proyecto podría generar en las comunidades cercanas a la línea férrea.
Así lo indicó Carolina Conejera en representación de la comunidad de Chiñigue El Manzano en su exposición ante el pleno del Concejo Municipal.
Conejera agregó que existe inquietud también por la situación de la sede social del sector que deberá ser demolida puesto que está en una zona de expropiación.
Se preguntan también por qué el proyecto considera expropiaciones solo hacia el deslinde que está habitado y no hacia el sector donde existen terrenos agrícolas. Además plantearon sus dudas por la diferencia de las indemnizaciones por propiedades de dimensiones similares.
Tras escuchar el planteamiento de las representantes de la comunidad de Chiñigue El Manzano, la alcaldesa, Paula Gárate fue clara en señalar que en el tema de las expropiaciones la municipalidad no tiene ninguna participación, porque además es un proceso que tiene un estricto trámite legal.
No obstante, se mostró completamente dispuesta a asesorar a la comunidad afectada con los abogados del Departamento Jurídico municipal.
Cabe recordar que esta semana, el presidente del directorio de la Empresa de Ferrocarriles (EFE), Eric Martin se reunió con la alcalde Gárate para informar los avances del proyecto, donde uno de los temas abordados fue la relación y la participación de las comunidades afectas al trazado de la línea férrea.