La incertidumbre y la angustia persisten en San Antonio tras cumplirse una semana desde la desaparición de Bastián Edgardo Careaga Briseño, un hombre de 30 años que salió de su hogar en Alto Mirador el pasado lunes 14 de abril y desde entonces no se ha tenido noticia de su paradero.
Desde tempranas horas, diversas cuadrillas de rastreo han trabajado incansablemente en la búsqueda, descartando la versión de que las labores pudieran haberse detenido.
Bomberos, Defensa Civil, la Dirección de Gestión de Riesgo y Desastres de San Antonio y Santo Domingo, junto con otros organismos, han redoblado esfuerzos para dar con alguna pista que permita esclarecer el caso.
Ante la falta de resultados concretos, el operativo se ha ampliado a nuevas zonas, explorando distintos caminos y reforzando la difusión de la imagen de Bastián, en la esperanza de que alguien pueda haberlo visto en otro lugar fuera del sector costero.
Durante la jornada de ayer, un hallazgo renovó la tensión entre los equipos de búsqueda. Cerca del mediodía, se encontraron sus lentes en la playa, muy próximos al sitio donde días atrás apareció su bolso.
La PDI tomó control de estos objetos para su análisis, aunque hasta el momento no se han localizado sus llaves ni su teléfono celular, elementos que podrían arrojar más luz sobre su paradero.
Mientras la comunidad se mantiene atenta y la familia sigue con la esperanza de obtener respuestas, las autoridades continúan con los trabajos de rastreo, buscando que esta angustiosa espera tenga pronto un desenlace claro.