Para nadie es desconocido que, producto de la pandemia, los artesanos y empresarios gastronómicos de Pomaire se vieron sumamente afectados por la falta de turistas ante las restricciones de movilización existentes en Chile.
Sin embargo, y de manera paulatina, el tradicional pueblo locero ha comenzado a reabrir sus puertas para los turistas, lo que permitirá paliar, a lo menos en parte, la escases de recursos de quienes viven en esa zona.
Pero ello ha traído consigo otra problemática: el aumento de vendedores ambulantes, quienes no pagan permisos para trabajar, ni tampoco lo hacen tomando, muchas veces, los resguardos necesarios ante el coronavirus.
Por lo anterior, la concejala de Melipilla, Marcela Hernández reiteró un planteamiento realizado tiempo atrás, en relación a las fiscalizaciones en Pomaire.
En esa línea, la autoridad expuso que ahora, cuando poco a poco comienza la reactivación, los comerciantes pomairinos tienen el problema de los vendedores ambulantes, por lo que insistió en la fiscalización.