Pese a la movilización de las comunidades, el 2018 se aprobó el proyecto de torres de alta tensión en Melipilla y al año siguiente se inició su construcción por parte de la empresa ELETRANS II S.A.
Desde ese entonces, comunidades como Culiprán, Pomaire y Santa Julia han vivido meses con ruidos molestos y siendo testigos de la contaminación que genera la empresa.
Paola Oyarce, vecina de Culiprán y candidata a concejala independiente por Melipilla, denunció que la empresa no cuenta con condiciones mínimas para sus trabajadores en terreno, dejando a su paso además basuras y rincones de baños improvisados en las faenas.
A su vez –agregó- comenzaron a construir ilegalmente con helicópteros, sin contar con el permiso correspondiente que otorga el Sistema de Evaluación Ambiental.
Se refirió también a este tema, Lorena Olavarría, candidata a alcaldesa por Melipilla, quien se sumó a la denuncia ciudadana y calificó la situación como “intolerable”.