Tras un corto periodo de vacaciones, la Unión de Padres y Amigos de Personas con Discapacidad Mental UNPADE de Melipilla, retomó este miércoles sus actividades habituales.
Son 13 las personas que forman parte de los talleres que la entidad realiza en el marco del trabajo su desarrollo tanto personal como laboral; esto último a través de la fábrica de bolsas.
Así lo informó la administradora de UNPADE, Betty Ramírez, quien se mostró feliz de reiniciar los talleres, aunque reconoce que están con serios problemas económicos.
Ramírez comenta que el mayor problema que están enfrentando por estos días, es que desde la Corporación Municipal se les informó que a contar de este mes no seguirá pagando la educadora diferencial que por más de 20 años presta servicios en UNPADE, por lo que se verán en la obligación de asumir ese pago.
Betty Ramírez agregó que, si bien la municipalidad les entrega una subvención anual de 12 millones de pesos, el escenario se ve complejo si es que de ese monto tienen que asumir el pago de la educadora diferencial.
Finalmente Ramírez espera poder solucionar este problema que ocurre en un momento difícil donde el número de socios también ha bajado, lo que lamentablemente –dijo- pone en riesgo el funcionamiento de UNPADE.