CGE reporta casi 100 kilómetros de cables robados de sus instalaciones en el primer semestre del año

Entre enero y junio de 2023 se produjeron 671 incidentes, afectando la calidad y continuidad del suministro eléctrico a más de 110.000 clientes de la compañía distribuidora.

 

El delito de robo de cables sigue afectando fuertemente a las instalaciones y clientes de CGE, compañía distribuidora que presta servicio a más de 3,2 millones de clientes, entre las regiones de Arica y Parinacota y La Araucanía.

Según datos de la distribuidora, en el primer semestre del año ya se acumulan 671 eventos de robo de cable, contabilizando casi 100 kilómetros de líneas robadas (97.894 metros) de conductor eléctrico sustraído desde sus instalaciones, con el consiguiente daño o destrucción de postes, transformadores, cables y otra infraestructura clave para suministrar el servicio eléctrico.

Estos robos, realizados en la mayoría de los casos por bandas organizadas, tuvieron como consecuencia que más de 110.000 clientes de la compañía vieran afectada la calidad y continuidad de su suministro eléctrico durante largas horas, producto de los extensos trabajos que deben realizar las brigadas de la compañía para reponer la infraestructura dañada o destruida por delincuentes.

Matías Hepp, director de Operaciones de CGE, señaló que “el robo de cables eléctricos ha tenido un aumento exponencial en los últimos años y es necesario que las autoridades tomen cartas en el asunto. Nosotros como compañía realizamos las denuncias respectivas, pero es necesario perseguir y desarticular a estas bandas, ya que su accionar afecta directamente a miles de familias a lo largo del país”.

En 2022, la compañía registró un aumento de más de 200% en la cantidad de cable de cobre robado respecto de 2021, alcanzando 170 kilómetros, con un total de 854 eventos y más de 277 mil clientes de CGE afectados en su suministro.

Respecto del costo de reposición de infraestructura dañada o destruida por estas bandas delictuales, en el primer semestre de 2023 alcanzó a 2.295 millones de pesos.

Si bien este es un delito que está extendido por todo el territorio donde opera CGE, las zonas que registran un mayor número de incidentes -medido por la cantidad de metros de cable robado- en el primer trimestre del año son la región de Coquimbo, con un total de 25.421 metros de cable robado; O´Higgins 23.630 metros; Arica y Tarapacá con 15.561 metros; Atacama con 11.151 metros; Biobío con 7.158 metros; Antofagasta con 4.872 metros, y la región Metropolitana, con 3.533 metros de cable robado.

Más atrás se ubican las regiones de Maule, Valparaíso y La Araucanía, que en conjunto suman más de 2.500 metros de cable robado en diversos episodios.

“Cada vez que se interrumpe el suministro eléctrico, las empresas grandes y pequeñas de la zona no pueden trabajar normalmente, los servicios públicos presentan problemas en el suministro, los colegios o la red de salud se ven obligados a suspender sus actividades y las personas pueden enfrentar problemas de seguridad pública. En suma, el delito afecta la calidad de vida de las personas”, señaló Matías Hepp.

El ejecutivo hizo un llamado a las autoridades a combatir este delito con mayor fuerza, dado el impacto que este tiene para las comunidades. “Como CGE, participamos activamente en las mesas de trabajo que las autoridades, de distintas regiones, han impulsado para combatir este delito. A su vez, en los casos en que detectamos afectación a las redes de CGE, realizamos la denuncia ante Carabineros y el Ministerio Público, para luego interponer acciones legales que permitan perseguir a los autores de estos delitos”, concluyó.

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