En un contexto de creciente preocupación por el aumento en el costo de vida, el concejal de Melipilla, Bastián Alarcón, hizo un llamado al Gobierno para que intervenga.
Lo anterior, frente al inminente aumento del 30% en el precio de la electricidad que afectará a numerosos hogares chilenos.
En ese sentido, el concejal puntualizó que es alarmante que, cuando muchas personas luchan para llegar a fin de mes, se les imponga un alza sustantiva del precio de la energía.
Alarcón enfatizó en la necesidad de que el Estado tome un rol más activo en la regulación y subsidio de los precios de la electricidad, sobre todo, luego que los sistemas frontales evidenciaron, a su juicio, la pésima calidad de servicio.
En respuesta a esta crisis inminente, el Concejal Alarcón, con apoyo de la Diputada Camila Musante, están preparando una serie de propuestas que presentarán al gobierno.
Estas medidas buscan no solo mitigar el impacto del alza en los precios de la electricidad, sino también abordar el posible aumento en los precios de los alimentos provenientes de las zonas agrícolas afectadas.
Las principales propuestas incluyen:
- Subsidios directos a los hogares más vulnerables: Implementar un programa de subsidios para las familias de clase media y baja que se vean más afectadas por el aumento en el precio de la electricidad.
- Subsidios para microempresas y PYMES: Es un subsidio específico para las microempresas y PYMES, que pueden enfrentar graves dificultades financieras, incluso el riesgo de quiebra o liquidación, debido a un incremento del 30% en un gasto fijo tan esencial como la electricidad. Estas empresas son el motor de la economía local y su sostenibilidad es fundamental para el desarrollo económico del país.
- Inversiones en infraestructura energética: Promover inversiones en energías renovables y mejoras en la infraestructura energética para reducir la dependencia de fuentes de energía caras y contaminantes.
- Apoyo a la agricultura local: Establecer medidas de apoyo para los agricultores de la provincia de Melipilla y otras zonas afectadas por las lluvias, para evitar que el aumento en los costos de producción y mantención, se trasfiera tan drásticamente a los consumidores.