La paciencia de los residentes del sector El Bajo, en la comuna de Melipilla, ha llegado a su límite. Cristián Romo Allende, ex presidente de la junta de vecinos y figura respetada en la comunidad, alzó la voz para denunciar el deplorable estado del acceso principal a su barrio, ubicado en la calle Egaña.
Según Romo, la situación se ha prolongado durante años, convirtiendo el tránsito en una pesadilla diaria.
El polvo sofocante del verano y el lodo traicionero del invierno dificultan el paso peatonal, mientras que los estudiantes del colegio San Agustín se ven obligados a sortear nubes de polvo levantadas por el incesante flujo de camiones.
La infraestructura vial precaria se agrava con un puente de un solo carril, que ralentiza aún más el tráfico.
Romo hizo un llamado urgente a las autoridades para que tomen cartas en el asunto, advirtiendo que la comunidad está dispuesta a llegar a medidas extremas, como la toma del camino, si no se encuentra una solución pronta.
El sentir de los vecinos es de abandono y frustración. A pesar de su cercanía al centro de la ciudad, carecen de servicios básicos como alcantarillado, lo que agudiza su sensación de marginación.
Romo instó a los padres de los alumnos del colegio San Agustín a unirse en la lucha por la pavimentación del camino, responsabilizando al Servicio de Vivienda y Urbanización (SERVIU) por el incumplimiento de una promesa de asfalto hecha hace 12 años.
Además, de exigir acciones concretas, Romo ofreció su experiencia y conocimiento del área a la dirección de tránsito, y apeló al sentido común de los inspectores municipales.
La comunidad de El Bajo espera que su llamado sea escuchado y que las autoridades actúen con prontitud para mejorar su calidad de vida.