El gran trabajo del equipo de orientadores del Hospital de Melipilla: humanizando la atención de salud en tiempos de pandemia

Mantener la comunicación y generar un espacio para la contención emocional de los familiares de pacientes en tiempos de pandemia, parece ser uno de los desafíos más difíciles cuando el Covid-19 nos obliga a mantener el distanciamiento en los recintos de salud.

Esa es la tarea que se impuso el equipo de Atención al Usuario del Hospital de Melipilla, como una forma de acercamiento permanente entre pacientes y sus familias. Es por eso que desde el inicio de la emergencia, el hospital local cuenta con un grupo de orientadores al servicio de la comunidad.

Se trata de nueve profesionales entre psicólogos, asistentes sociales, entre otros,  que se encuentran de manera permanente en las salas de espera del servicio de urgencias, con el objetivo de informar, acompañar, orientar y acoger a los acompañantes de pacientes que ingresan al establecimiento.

En turnos de 24 horas, los siete días de la semana, la labor de los orientadores ha sido fundamental para generar un lazo de estrecha comunicación en momentos de gran  ansiedad para los familiares de pacientes, que producto de la contingencia ya no tienen como acceder al acompañamiento de sus seres queridos.

Esta iniciativa ya lleva 4 meses en funcionamiento y se implementó al mismo tiempo que la puesta en marcha de las urgencias diferenciadas en el Hospital de Melipilla.

Es así que la unidad de Atención al Usuario dio el vamos a una estrategia de acompañamiento 24 horas, gracias a la readecuación de profesionales de otras áreas de trabajo, que pudieran apoyar esta importante labor de acogida, la que ha sido muy bien recibida por los usuarios.

Tamara Fernández es psicóloga y habitualmente trabaja en el servicio de Maternidad. Ella es una de las profesionales que se sumó al desafío de ser orientadora en la emergencia. En esa línea, nos entrega más detalles de su labor.

Por su parte, Carlos Retamales, psicólogo de Recursos Humanos también destaca su rol como orientador, añadiendo que es una experiencia enriquecedora.

 

Otro de los profesionales que se sumó a esta labor es Carlos Schulmeyer, él es kinesiólogo y trabaja en la unidad de Desarrollo Organizacional, y también valora el trabajo realizado.

 

El trabajo de este equipo ha sido fundamental durante la emergencia, convirtiéndose en un nexo entre pacientes y familiares, gracias a ellos se ha logrado humanizar la atención de salud en medio de pandemia.

CGE.

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