Especialistas de INIA La Platina se trasladaron hasta la comuna de San Pedro de Melipilla para desarrollar un taller dirigido a pequeños agricultores, que permita la detección de la plaga de la llamada “mosca de alas manchadas”, la Drosophila Suzukii”, en esta zona de la Región Metropolitana.
La jornada de trabajo convocó a más 30 productores de frambuesas y frutillas, con quienes se realizó un trabajo teórico y práctico en terreno, que incluyó la observación de ejemplares del insecto, además de la elaboración de trampas y la capacitación en el reconocimiento de larvas en frutas del huerto.
Nancy Vitta, investigadora de INIA La Platina explicó que esta plaga cuarentenaria puede generar graves problemas económicos a los productores de arándanos, frambuesas, frutillas, duraznos y cerezas, entre otras, por la presencia de larvas en su interior, poniendo en riesgo la exportación y comercialización de estos importantes productos frutícolas.
Se considera una plaga presente en la Región Metropolitana desde 2021, con especímenes registrados principalmente en la provincia de Melipilla.
Drosophila suzukii pertenece a la familia de moscas denominada Drosophilidae, conocida como moscas del vinagre. Los adultos miden 2 a 3 mm de largo y poseen ojos rojos, tórax café o amarillento pálido y bandas transversales oscuras en el abdomen.
A diferencia de otras especies de moscas, las hembras depositan sus huevos en frutas sanas que se encuentran en estado de maduración, permitiendo que las larvas se alimenten de la pulpa, generando un grave daño para su comercialización.
Para la detección temprana de la plaga o para el monitoreo de la misma, se pueden instalar trampas para la captura de adultos. Existe gran variedad de ellas en el mercado y también se pueden confeccionar de manera casera, utilizando una botella con pequeños agujeros, ubicando en su interior atrayentes alimenticios como vinagre de manzana, levadura o azúcar.