La molestia entre los funcionarios del hospital de Melipilla, afiliados a la FENATS, continúa debido a los recortes presupuestarios implementados en 2024. Según Carlos Shulmeyer, tesorero de la agrupación local y director nacional, estos recortes han generado serios problemas en diversas unidades hospitalarias, afectando directamente a los pacientes.
La situación se hizo evidente en una reunión del comité consultivo, donde la presidenta María Cantillana expresó su preocupación y solicitó una respuesta y explicación del servicio de Salud Occidente.
Shulmeyer destacó que, a pesar de los esfuerzos para convertir al hospital en un modelo de autogestión, junto al director Oscar Vargas, la falta de recursos está obstaculizando su trabajo.
Agregó que la molestia radica en que le recortaron cerca de 2.700 millones de incrementales durante el año pasado para subvencionar otros establecimientos con una baja gestión, como son los de Talagante o Peñaflor o el traumatológico.
Hizo mención de que él como dirigente gremial con cierto fuero, puede sincerar esta realidad.
Dijo que los recortes presupuestarios han tenido un impacto significativo en la atención médica, con una escasez de camas, médicos, horas médicas y especialistas.
Esto ha generado una gran preocupación entre los vecinos, quienes tienen altas expectativas sobre el nuevo hospital, pero que podrían verse defraudadas.
La FENATS en Melipilla, que representa a más del 60% de los trabajadores del hospital, se mantiene en alerta y sigue trabajando para abordar estos problemas y mejorar la atención médica en la región.
Es importante destacar que la construcción del nuevo hospital de Melipilla presenta un avance del 97%, según informó la ministra de la Secretaría General de Gobierno, Camila Vallejo, en octubre de 2024.