Una condena que supera los 26 años de cárcel para el autor de delitos de tráfico de droga, tenencia ilegal de armas de fuego, lavado de activos y receptación, entre otros, obtuvo el fiscal jefe de Curacaví, Paul Martinson.
Contra otro de los acusados en esta misma causa, en tanto, el persecutor obtuvo también cárcel efectiva, con una pena de cinco años y un día, como autor del delito consumado de tráfico de drogas.
El juicio contra ambos imputados se realizó durante los últimos días en el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal (TOP) de Melipilla.
En la oportunidad, el fiscal detalló que los hoy condenados, de 31 y 37 años, respectivamente, se dedicaban a la comercialización de cannabis al menos desde 2015 y que, con los recursos obtenidos del negocio ilícito, compraron distintos bienes, incluyendo una parcela y cuatro vehículos.
Además del presidio efectivo, a los imputados se le impuso una multa total de 82 UTM y el comiso de la parcela en Curacaví que fue adquirida con los dineros provenientes de la comercialización de la droga. Allí se cultivaba la droga en un galpón ubicado al interior de la propiedad.
De hecho, al momento de su detención, en 2021, en poder de los imputados fueron encontradas 110 plantas de cannabis en estado de crecimiento y siete sacos arpilleros con 62 kilos 450 gramos de dicha sustancia. Junto con ello, se encontraron tres armas de fuego y abundante munición de distintos calibres.
Respecto al principal imputado, Christofer U. V., fue condenado a diez años de cárcel por tráfico de drogas; seis años por lavado de activos; cuatro años por tenencia ilegal de arma de fuego; cuatro años por tenencia ilegal de arma de fuego prohibida y 600 días, por tenencia ilegal de municiones, así como 61 días por receptación.