En un golpe contundente contra el crimen organizado, la Brigada de Investigación Criminal (BICRIM) de la Policía de Investigaciones (PDI) llevó a cabo un megaoperativo en las comunas de Padre Hurtado y Peñaflor, desarticulando una peligrosa banda criminal dedicada al tráfico de drogas y la tenencia ilegal de armas.
La operación, que se inició tras una ardua investigación de meses, culminó ayer con el allanamiento de varios inmuebles y la detención de dos sujetos sindicados como los líderes de la organización.
Durante el registro de las propiedades, los detectives se incautaron de un verdadero arsenal, que incluía cuatro armas de fuego, entre ellas una subametralladora UZI adaptada para disparar, una gran cantidad de municiones de diverso calibre y cerca de un kilo de drogas, cuyo valor en el mercado ilícito supera los 27 millones de pesos.
Detalles entregó la fiscal subrogante regional occidente, Paulina Díaz.
Lo más sorprendente del hallazgo fue el lugar donde se encontraba oculto el dinero: una pared falsa construida especialmente para esconder los billetes de 1.000 y 2.000 pesos.
Según fuentes policiales, uno de los detenidos intentó huir al percatarse de la presencia de los efectivos, e incluso intentó utilizar la subametralladora UZI para enfrentarse a ellos, pero afortunadamente fue rápidamente reducido y detenido.
Ambos imputados, cuyas identidades no han sido reveladas, serán formalizados hoy por los delitos de tráfico de drogas, tenencia ilegal de armas y municiones.
El jefe de la prefectura metropolitana occidente, prefecto Cristián Ramírez, entregó otros detalles del operativo.
Este exitoso operativo es un duro golpe al crimen organizado en la zona, al sacar de circulación a esta peligrosa banda delictiva.