Detectives de la Brigada de Investigación Criminal constataron la existencia de un matadero clandestino en una parcela ubicada en el camino Pelvin, comuna de Peñaflor, tras una denuncia de la Seremi de Salud.
En dicho lugar, había un criadero que tenía seis corderos los que eran faenados al interior de un galpón. Además, al interior de este, había trozos de animales y el dueño del lugar no poseía ningún permiso legal para ejercer esta actividad y tampoco pudo justificar la procedencia de los animales.
Estos animales habían sido comprados en el mercado informal en el sector de Rapel por lo que se configura un segundo delito que corresponde al de abigeato, y se agrega al de matadero clandestino.
El comisario Roque Cansanga, de la Policía de Investigaciones de Peñaflor, entregó más detalles de la situación.
Junto con ello, el jefe policial señaló que lograron establecer –previa entrevista con el responsable del recinto- que los animales se encontraban listos para la comercialización y que habían sido adquiridos de manera irregular.
El comisario Cansanga añadió que, al lado de este matadero ilegal, se acopiaba agua de manera informal y sin cumplir con los protocolos sanitarios, la que posteriormente era comercializada.
Finalmente, el comisario de la PDI indicó que los detenidos fueron puestos a disposición del Juzgado de Garantía de Talagante.