La proliferación del comercio ambulante informal es un problema que de un tiempo a esta parte se ha ido masificando en todo el país y la comuna de Melipilla no la excepción.
Basta con recorrer el centro de la ciudad para ver cómo las aceras prácticamente han sido tomadas por comerciantes que venden sus productos en el piso sin contar con permiso ni regulación alguna.
La plaza de armas es el punto neurálgico de este tipo de comercio que va buscando los lugares de mayor afluencia de público para desarrollar su actividad irregular.
Esta mañana conversamos con el director de Inspección de la Municipalidad de Melipilla, Osiris Corbalán, quien reconoció la existencia histórica del comercio ambulante y el problema que ello implica.
Para Corbalán esta es una situación que debe abordarse de manera integral entre el municipio, Carabineros y otras instituciones.
Corbalán agregó que la ocupación de espacios públicos efectivamente es un tema que genera molestias, tanto para peatones como también para el comercio establecido que ve afectados sus negocios.
Sin embargo, –añadió- esta ocupación no sólo la generan los ambulantes, puesto que también hay establecidos que incurren en ello.
El director de Inspección aseguró que las fiscalizaciones al comercio ambulante informal se están realizando, pero insistió que este trabajo tiene que ser de manera conjunta con otras instituciones y organismos.
Con todo, Osiris Corbalán fue claro en señalar que el comercio ambulante no puede estar instalado en el centro de la ciudad. Sin embargo, el problema es que cuando son levantados, rápidamente regresan.
Finalmente Corbalán señaló que el trabajo que a nivel regional se está realizando para erradicar el comercio ambulante ilegal de la capital podría generar que estos se trasladen a comunas como Melipilla, para lo cual –dijo- debemos estar preparados.