Este lunes por la mañana, el presidente Gabriel Boric encabezó el inicio de la segunda fase del Plan Calles Sin Violencia en la Región Metropolitana, destacando la incorporación de más de 900 nuevos efectivos policiales en la zona, con el objetivo de reforzar la seguridad en áreas críticas.
Las medidas del plan han vuelto a ser tema de discusión, especialmente tras los 15 homicidios registrados en la Región Metropolitana en solo cuatro días. Esta situación llevó a que La Moneda se convirtiera en el centro de una serie de comités policiales y políticos para abordar la nueva crisis de seguridad.
En este contexto, el Plan Calles Sin Violencia, impulsado por la actual administración, ha recibido un presupuesto de $14.167 millones, destinados a reducir el aumento de estos delitos. El plan incluye una estrategia multifacética que abarca la persecución penal, el despliegue territorial de las fuerzas policiales y la prevención en 48 comunas del país, de las cuales 22 pertenecen a la Región Metropolitana.
Esta segunda fase es parte de una estrategia en tres etapas diseñada para combatir la delincuencia y el crimen organizado en todo el país.
La alcaldesa de Peñalolén, Carolina Leitao, fue la encargada de abrir el discurso, haciendo un llamado a enfrentar la delincuencia de manera coordinada.
La alcaldesa también aprovechó la ocasión para criticar la falta de equidad en ciertos sectores en cuanto a temas de seguridad.
Por su parte, el presidente Boric subrayó que el plan tiene como objetivo frenar el avance de la delincuencia, el crimen y la violencia, destacando que se trata de acciones concretas, no de discursos vacíos.
El mandatario también abordó el uso de la violencia estatal, afirmando que es un deber del Estado garantizar la seguridad ciudadana.
Finalmente, Boric valoró la participación de diversos actores políticos en esta iniciativa e hizo un llamado a combatir juntos al narcotráfico.