“Ecoplaza Boris Soler” es un proyecto piloto que combina participación ciudadana, estrategias de adaptación al cambio climático y expresiones de identidad vecinal.
El proyecto piloto “Ecoplaza Boris Soler”, ubicado a un costado del CESFAM Boris Soler, en el sector sur de Melipilla urbano, nace de la necesidad planteada por la comunidad residente del sector respecto de contar con un espacio destinado a la recreación y esparcimiento con énfasis en las infancias y personas mayores, necesidad que fue derivada al área de construcción sustentable de la Dirección de Gestión Ambiental municipal, lo que resultó en un modelo de ecoplaza sustentable con especial atención en el fortalecimiento de la participación territorial, a través la expresión cultural como impresión de la identidad de aquel polo urbano y que, a su vez, es parte de un corredor biológico que nace desde el cerro El Sombrero.
El proyecto Ecoplaza Boris Soler se inserta en un plan de transformación de espacios públicos en el marco de las acciones de adaptación al cambio climático. Dichos espacios tienen por objetivo generar plataformas públicas de participación ciudadana, convergencia y construcción colectiva que faciliten la cohesión social de los territorios y fortalecer el sentido de pertenencia de las comunidades para potenciar el cuidado y mantención de las áreas desde quienes habitan los sectores aledaños a tales infraestructuras.
Su construcción se da en un contexto de educación socioambiental con miras a relevar acciones de adaptación al cambio climático por lo que se fabrican con materiales resilientes a las condiciones climáticas e hídricas, utilizando flora nativa de bajo consumo y fomentando la reutilización y el reciclaje de plástico y otros insumos de diversa procedencia.
Su materialización se contempla en tres grandes tramos: el primero, realizado recientemente, se trató de la construcción e inauguración de jardines sustentables cuyo fin es delimitar los espacios y recuperar el terreno destinado a áreas verdes comunes que fue utilizado durante mucho tiempo como estacionamiento no autorizado.
Tales jardines también serán un área de encuentro comunitario, a través de la práctica de huertas medicinales guiadas por el equipo de educación ambiental.
En un segundo tramo, se proyecta habilitar espacios para la expresión artística permanente y transitoria, con el fin de generar oportunidades de vinculación entre las propias comunidades del sector y expresiones de identidad de las mismas.
Finalmente, el último tramo constará de la entrega definitiva del proyecto con la implementación de mobiliario urbano.