El 14 de mayo de 2015 es una fecha difícil de olvidar para Melipilla y la familia de Valentina Maureira, joven que se hizo mundialmente conocida tras enviar una petición a la expresidenta Michelle Bachelet para que aprobara la eutanasia en su caso.
Desde pequeña, Valentina sufrió de fibrosis quística, enfermedad extremadamente compleja y que fue deteriorando su calidad de vida, hasta causarle la muerte.
Sin embargo, y como ya es sabido, aquella solicitud no logró una respuesta afirmativa desde el Ejecutivo, debido a que no existe legislación en Chile sobre el tema.
Hoy, a siete años de su partida, el padre de Valentina, Fredy Maureira, continúa una intensa lucha para cumplir las tareas encomendadas por su hija: hacer corridas por la donación de órganos; construir casas de acogida para familiares de enfermos; construir un hospital público, para tratar todas estas enfermedades raras que existen en Chile de forma especializada.
Los otros son escribir un libro y realizar una película de su historia. A eso se suma el proyecto de eutanasia, que lleva un año en el senado y aún no se aprueba.
Esta mañana, Fredy Maureira conversó con RadioPrensa, y lamentó que el gobierno del expresidente Sebastián Piñera no cumpliera los compromisos acordados en relación a este caso.
Consultado por las razones del no avance de las tareas encomendadas por Valentina, Fredy Maureira expresó que “no es falta de voluntad política, es falta de voluntad humana”.
Asimismo, Fredy recuerda las horas previas al deceso de Valentina, el encuentro sostenido entre su hija y la expresidenta Bachelet y las palabras que le mencionó en aquel momento. Es más, Maureira es enfático en indicar que “si hubiese sido atendida antes, hoy estaría ella hablando acá, no yo”.
Visiblemente emocionado, Fredy Maureira indica que estas adversidades lo motivan a seguir adelante para lograr las tareas encomendadas por Valentina.
Finalmente, Maureira agradeció la labor prestada por los medios de comunicación para la difusión de su historia y aprovechó de enviar un mensaje: “a los señores políticos, voluntad. Y a la comunidad de la provincia de Melipilla, despierten, no me dejen solo”.
Actualmente, países como Chile, Argentina, Perú o México poseen regulaciones para lo que se conoce como eutanasia pasiva legal.
Esto permite a enfermos terminales rechazar los tratamientos que prolongan artificialmente la extensión de su vida, pero siguen buscando aprobar ideas como la de Colombia.
En nuestro país el proyecto de muerte digna fue aprobado en la Cámara de Diputados el 21 de abril de 2021, desde ahí se ha esperado por su tramitación en el Senado.
CGE.