La noche del domingo se produjo un importante giro en el caso del asesinato del sargento segundo de Carabineros, Rodrigo Puga Herrera, quien fue baleado en las afueras del Teatro Caupolicán, en la comuna de Santiago.
En un inicio, se informó que Puga había asistido como espectador a un evento en el teatro, y que habría sido alcanzado por disparos durante un enfrentamiento armado. Sin embargo, las investigaciones posteriores revelaron que Puga y otro carabinero, quien fue detenido tras confesar su participación en los hechos, se encontraban realizando labores de seguridad privada en su horario de franco.
El sargento Puga, de 38 años y con 17 años de servicio en la institución, falleció tras ser trasladado en estado grave a la ex Posta Central. Era padre de dos hijos, de quince y un año respectivamente. El Ministerio Público ha designado al Laboratorio de Criminalística (Labocar) y al OS9 para llevar adelante las investigaciones correspondientes. El mayor Rodrigo Insulza, jefe operativo nocturno metropolitano de Carabineros, entregó detalles cruciales sobre el vuelco de este caso.
El hecho ha causado conmoción y ha sido ampliamente comentado por autoridades como la ministra del Interior, Carolina Tohá, quién expresó sus condolencias y reiteró la necesidad de reforzar la seguridad en el país para evitar que hechos de violencia como este se repitan.
Junto con ello, Tohá confirmaría que ambos estaban armados trabajando en la fiesta electrónica Dame, y que el autor del disparo lo habría percutado su compañero, al estos intentar disuadir a un grupo de delincuentes, sufriendo este último una caída perpetrando el disparo en el sargento segundo.